En los últimos años, los centros de datos han emergido como un tipo de activo clave en el mercado inmobiliario europeo, especialmente en España. Impulsados por la creciente demanda de servicios digitales, la inteligencia artificial, criptomonedas y el almacenamiento en la nube, estos activos han transformado el panorama inmobiliario, atrayendo inversiones millonarias y redefiniendo las estrategias de desarrollo urbano e industrial.

España se ha consolidado como uno de los destinos más atractivos para la inversión en Data Centers en Europa. Está previsto que el sector atraiga hasta 58.000 millones de euros en inversiones directas hasta 2030. Para ponerlo en perspectiva esto representa cinco veces más que la inversión del mercado de oficinas o logístico en los últimos cinco años en España.

Factores como la disponibilidad de suelo, el acceso a energías renovables y una conectividad óptima han posicionado a nuestro país como un enclave estratégico para gigantes tecnológicos y fondos de inversión. La región de Aragón se consolida como foco gracias al interés de los gigantes tecnológicos como Amazon Web Services y Microsoft, y Madrid se mantiene como núcleo principal.