Tendencias, contexto macro, necesidades y regulación marcan cómo evolucionan los distintos segmentos inmobiliarios en Barcelona.

Nuevas actividades, formas de vida y trabajo consolidan nuevos usos ya no tan alternativos, como Data Centers y Trasteros. En logístico, estas nuevas tendencias se traducen en un repunte de demanda de naves que hasta hacer poco parecían estar obsoletas. Compras metros cuadrados y alquilas metros cúbicos.

En residencial, pese a las limitaciones urbanísticas o normativas, el atractivo para el inversor tanto nacional como internacional evoluciona, desplazando la actividad hacia ubicaciones más periféricas, y esto nos está ayudando a consolidar la Barcelona Metropolitana de más de 3 millones de habitantes.

Los mercados de oficinas no son iguales en todas las ciudades. En Barcelona, no hemos notado una bajada del interés o enfriamiento del apetito inversor, hemos continuado trabajando con el excelente ritmo de los últimos años. La subida de los tipos de interés plantea una nueva situación, una vez asumido el nuevo escenario de financiación veremos más oportunidades.

En retail, las grandes operaciones vuelven a los principales ejes comerciales de la ciudad. La recuperación post-covid del mercado, sin duda atraerá de nuevo el interés de los inversores que tendrán la oportunidad de poder reposicionar activos.