Los modelos de trabajo y el impacto generado con el trabajo en remoto siguen en constante evolución y análisis por parte de las compañías. Todas las empresas a las que atendemos entienden que deben cambiar sus espacios y su operativa, pero son la mayoría los que no saben cómo o hasta dónde deben llegar en sus modelos de trabajo híbrido.

Debemos entender estos nuevos modelos como un camino, no como un destino final. Deben ser diseñados de manera flexible y adaptable ante la evolución y/o los propios intereses de la compañía y sus personas.

Por eso, en nuestros proyectos de workplace hoy vamos más allá. Diseñamos casi de manera quirúrgica para aflorar emociones y potenciar las capacidades en las personas. El objetivo es generar entornos de trabajo con un enorme impacto positivo además de una experiencia diferenciada, no sólo en la oficina en sí, sino también en relación con la ciudad, barrio y edificio en el que se encuentra.

Nos adentramos en la neuro arquitectura, donde diseñamos espacios que favorezcan la estimulación de las habilidades cognitivas (memoria, atención, lenguaje, creatividad y planificación), tratando de disminuir el estrés y mejorando el bienestar y la salud.

La sostenibilidad, la salud y el bienestar se convierten en acciones no cuestionables en los espacios. Estamos en un momento de cambios y compromisos en constante evolución, es un momento de tomar decisiones.